El ingreso mínimo de Venezuela aumentará un 77,7% desde el 1 de mayo, Día del Trabajador, anunció este lunes el gobierno de Nicolás Maduro, pero apenas equivaldrá a 4,6 dólares mensuales en un país azotado por la hiperinflación y una constante depreciación de la moneda.

El ingreso mínimo, que suma el salario básico y un bono de alimentación obligatorio, pasó de 450.000 a 800.000 bolívares por mes (4,6 dólares al cambio oficial), informó el ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, en un comunicado que divulgó en Twitter. «A partir del 1 de mayo entra en vigencia», precisó el funcionario.

El incremento combina un alza del sueldo de 250.000 a 400.000 bolívares (2,3 dólares) y otra del bono que lo complementa -sin impacto en prestaciones sociales y otros beneficios laborales- de 200.000 a 400.000 bolívares (2,3 dólares).

Es el segundo reajuste de 2020, después de tres aumentos decretados por Maduro en 2019 y seis en 2018, sin recuperar con ello el poder adquisitivo de los venezolanos, que sufren la peor crisis en la historia moderna de su país, con una economía que encadena seis años de recesión.

Paradójicamente, tras el último aumento previo en enero pasado, el ingreso equivalía a 6,7 dólares.

En octubre de 2019 se ubicaba en 15.

La situación ha llevado a una dolarización informal, con la población tratando de protegerse con divisas ante la inflación y la pérdida de valor del bolívar. El salario mínimo, por su enorme rezago, ha ido perdiendo peso como referencia real en el sector privado.

El nuevo ingreso mínimo solo alcanza para comprar poco más de un kilo de carne de res.

Maduro culpa del agravamiento de la crisis a una batería de sanciones de Estados Unidos. Sus adversarios atribuyen el descalabro a erróneas medidas económicas y corrupción.

El gobierno anunció la semana pasada la fiscalización de precios en el principal productor de alimentos de Venezuela, Empresas Polar, así como en otras compañías, una medida rechazada por esa compañía y organizaciones empresariales.

 Fuente: Reuters

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