El grupo estadounidense General Electric ganó entre enero y marzo 6.156 millones de dólares, casi un 73,5 % más respecto al mismo periodo del año anterior, cuando ganó 3.549 millones, pero avisa de que ya ha sufrido numerosos efectos negativos del COVID-19 y anticipa un duro golpe en el segundo trimestre.

La compañía señaló este miércoles que su facturación total durante el primer trimestre se redujo un 8 % interanual, hasta 20.524 millones de dólares, en parte como consecuencia de la pandemia.

General Electric es uno de los pesos pesados de Wall Street y su conglomerado cuenta con una amplia gama de negocios que abarca desde el sector energético, la aviación o la salud, entre otros, y también tiene intereses en el sector químico, los ferrocarriles y la ingeniería marina.

El consejero delegado de la compañía, Lawrence Culp, opinó en la nota que el impacto del COVID-19 desafió «materialmente» los resultados del primer trimestre, especialmente en el sector de la aviación, donde la compañía sufrió una disminución «dramática» a medida que el virus se propagó a nivel mundial en marzo.

Culp estimó que se destinarán 3.000 millones de dólares para preservación de efectivo con el objetivo de mitigar el impacto financiero del virus y detalló que ejecutarían una «serie de acciones» para eliminar riesgos «en medio de un entorno desafiante».

«Aunque aún hay mucha incertidumbre, también sabemos que los aviones volverán a volar, la sanidad volverá a la normalidad y se modernizará y el mundo seguirá necesitando energía eficiente y resiliente», concluyó.

La pandemia se ha cebado especialmente con la división de aviación: desde que cayesen los desplazamientos a nivel global, la facturación trimestral de esta rama de negocio ha descendido un 13 %, hasta los 6.892 millones de dólares, y sus beneficios han cedido un 39 %, hasta los 1.005 millones.

La división de energía pasó de ganar 110 millones a perder 129 millones, mientras que la de renovables aumentó un 61% sus pérdidas en el primer trimestre, hasta 302 millones de dólares. Sin embargo, la sanitaria registró 896 millones en beneficios frente a los 781 millones de 2019, un 15% más interanual.

Los datos decepcionaron en Wall Street y en las operaciones electrónicas previas a la apertura de los mercados sus títulos bajaban un 5,9 %. En lo que va de año, la compañía ha perdido alrededor de un 40 % de su valor.

Fuente:  EFE


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