Wall Street (Dow Jones -0,37%; S&P 500-0,79%; Nasdaq -1,69%) se ha girado a la baja en los últimos compases de la sesión y ha cerrado en rojo tras el cierre mixto del lunes. Los inversores parecían optimistas ante la evolución de la pandemia en Estados Unidos, que parece dar una tregua en los últimos días; y el anuncio de Rusia de que ya dispone de una vacuna. Sin embargo, se han antepuesto las dudas a la esperanza, y no es para menos, el anuncio de Putin viene rodeado de la desconfianza de la comunidad científica.

El S&P 500 ha llegado estar a menos de un 1% de su máximo histórico de febrero, un nivel que se le ha resistido este martes. Durante esta jornada, los valores asociados al sector turístico, muy sensibles a las noticias sobre el virus, han sido algunos de los más beneficiados por las últimas noticias.

A pesar de los números rojos hay factores positivos, uno es que Donald Trump ha señalado que su Administración está considerando un recorte de impuestos a las ganancias de capital. No es algo totalmente novedoso, pero sirve para apuntalar el sentimiento positivo de los inversores y ha provocado fuertes ganancias para los bancos. Buena prueba de ello es que el índice KBW Banks, que agrupa a los principales bancos americanos, que ha repuntado cerca de un 3%.

Otro aspecto relevante de la jornada es que, por primera vez en muchas semanas, el sector tecnológico no está liderando las ganancias. Es más, el Nasdaq ha liderado las caídas de este martes y se aleja cada vez más de los 11.000 puntos, lo que puede indicar el inicio de una rotación de activos hacia valores más ligados al ciclo económico.