La circulación de bolívares sin respaldo impulsa los precios y es una de las principales causas de la aceleración de la inflación que mes a mes reduce la capacidad de compra del salario del venezolano, señaló el economista local Eduardo Ríos.

“Esa dinámica también presiona el mercado cambiario porque una porción de los billetes que ingresan a la economía se dirige a la compra de dólares en el mercado paralelo”, precisó Ríos, catedrático jubilado de la Universidad del Zulia (LUZ).

En conversación con Notimex, el experto dijo que el dólar paralelo incide en los precios de una amplia gama de productos y servicios porque empresarios y comerciantes de determinados sectores lo utilizan como guía para calcular sus costos de reposición.

Destacó que un tercio de las categorías en las que el Banco Central de Venezuela (BCV) divide los bienes y servicios para calcular la inflación tienen precios altamente correlacionados con el dólar paralelo, tales como vestido y calzados, bebidas alcohólicas, restaurantes y hoteles.

“Se trata de sectores de la economía que reciben pocas divisas por los canales oficiales y como no están sujetos a controles de precios establecen el costo de sus productos o servicios de acuerdo con las fluctuaciones del billete verde en el mercado paralelo”, dijo.

Señaló que muchos expertos entre ellos José Guerra, economista y exdirectivo del BCV, se han pronunciado por la necesidad de actualizar los billetes que circulan en el país para adaptarnos a la nueva realidad inflacionaria”.

En opinión de Guerra, el billete de mayor denominación que circula en el país perdió 99.0 % de su valor. “100 bolívares impresos en el año 2008 y puestos en circulación en enero de ese mismo año, equivalen actualmente a un bolívar”, explicó.

Cálculos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) muestran que el costo promedio de una comida para un trabajador es de dos mil 380 bolívares; es decir, que lo ganado en un día no le alcanza para almorzar.

“En enero de 2008 las autoridades lanzaron al mercado el ‘bolívar fuerte’ como símbolo de un nuevo tiempo de estabilidad y prosperidad pero la inflación desgastó velozmente a la moneda y ya con esta no se compra ni tan siquiera un caramelo”, apuntó Ríos.

Desde 2003 está vigente en el país un sistema de control de cambios que actualmente tiene una tasa preferencial, de 10 bolívares por dólar, reservada para alimentos y medicinas, y otra fluctuante, de 660 bolívares, para el resto de las operaciones. En el mercado paralelo, el dólar se cotiza por encima de dos mil bolívares.

Fuente: Reuters


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