El aumento que se reflejó en las reservas internacionales de Venezuela después que el banco de inversión Goldman Sachs Group Inc.  adquirió $ 2.8 mil millones de bonos de la petrolera estatal Pdvsa a un fuerte descuento casi ha desaparecido. Los fondos en poder del Banco Central cayeron $ 326 millones esta semana a $ 10.200 millones aproximadamente, cerca del nivel mínimo registrado en los últimos 15 años.

Los inversores siguen el comportamiento de las reservas internacionales con atención, tratando de medir la cantidad de tiempo antes de un posible evento de impago de deuda.

Ante este panorama, hay también inversionistas que consideran que los activos crediticios del país pueden ser una inversión interesante de manera posterior a un posible default de deuda.

Tal es el caso de Hans Humes, fundador de la firma Greylock Capital, quien considera que cuando un activo soberano se cotiza a 20 centavos sobre el dólar, es muy probable que arroje beneficios en caso de un default.

“Aún cuando ocurra un default, en el largo plazo se trata de una compra decente” afirmó en una entrevista transmitida a través de Bloomberg TV, en que se trató el caso venezolano como una de las economías bajo mayor stress en el mundo en estos momentos.