La inflación de la zona euro fue inferior a la esperada en septiembre, mostraron datos de Eurostat publicados el viernes, que remarcó que el aumento de los precios permanece débil y respalda el argumento del Banco Central Europeo de una remoción sólo gradual de los estímulos.

La inflación en el bloque monetario de 19 países se mantuvo estable en un 1,5 % este mes, incumpliendo las expectativas de un 1,6 % y bastante por debajo de la meta del BCE de casi un 2 %.

Con la inflación debilitándose en los próximos meses y tocando probablemente un punto bajo de menos de un 1 % a comienzos del próximo año, el BCE se encuentra en una posición difícil: un fuerte crecimiento económico justificaría un endurecimiento de la política monetaria, pero precios al consumidor débiles llaman a una continuación de los estímulos.

El compromiso probable es una pequeña reducción en compras de activos a partir del próximo año, acompañada por una promesa de mantener la política monetaria expansiva por más tiempo.

A fines de octubre, el BCE tendrá que decidir sobre la política monetaria para el próximo año y los integrantes del banco apuntan a un ajuste. Eso sugiere que sólo vienen cambios pequeños y que el banco ni siquiera apuntaría a un posible fin de las compras de activos.

La inflación subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de alimentos no procesados y energía, se ubicó en un 1,3 %  interanual frente al 1,2 % del consenso de mercado.

El problema del BCE es que aunque el bloque ha creado más de 7 millones de empleos desde lo peor de su crisis, aún existe capacidad ociosa en el mercado laboral, lo que mantiene contenidos los salarios y en último término a la inflación.

El banco central ha incumplido su meta de inflación por casi cinco años y prevé seguir incumpliéndola al menos hasta fines de la década. Los mercados están aún más pesimistas con pronósticos a largo plazo que sugieren que aún no alcanzará su objetivo bien adentrada la próxima década.

Fuente: Reuters


Source: Economia