Las empresas chinas, desafiadas por la determinación de los formuladores de política de aplastar el apalancamiento en el sistema financiero del país, han encontrado algunas formas creativas para asegurar el financiamiento.

Uno de los mecanismos menos transparentes que ha surgido hasta ahora es una táctica en la que los emisores compran indirectamente sus propias ofertas de bonos, según inversionistas y analistas de bonos y calificaciones crediticias. La idea es inflar los tamaños de la emisión, a fin de dar la imagen de un mayor acceso a capital de lo que podría ser cierto, y así lograr cupones menores para las ventas posteriores.

Los actores del mercado comenzaron a retomar la práctica, conocida como emisión estructurada, cuando el proceso de desapalancamiento se intensificó hace un par de años. Aunque se resisten a dar nombres propios, algunos advierten que la práctica aumentó a fines de 2018, a medida que se propagaron los temores de incumplimiento. Para los inversionistas, es una idiosincrasia más que considerar en el tercer mercado de bonos más grande del mundo cuando buscan algo diferente a la deuda soberana.

“La motivación para usar el método de financiamiento estructurado es impulsar la demanda en el mercado del emisor, y así también beneficiar la emisión futura”, explica Li Chang, analista de S&P Global Ratings en Pekín.

La práctica es una de varias estrategias para que los deudores mejoren su atractivo para los acreedores, incluida otra en la que los prestatarios garantizan mutuamente sus deudas.

La Asociación Nacional de Inversionistas Institucionales del Mercado Financiero, un regulador del mercado de bonos de China, no respondió a una solicitud por correo electrónico de comentarios de Bloomberg. La Comisión Reguladora de Valores de China no respondió a las consultas enviadas por fax. La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios por fax.

Las compañías privadas con calificaciones más bajas y los vehículos de financiamiento de los gobiernos locales han sido los principales usuarios de emisiones estructuradas, según los observadores. Un método popular es que el prestatario aporte el dinero para la tanda subordinada, la primera en absorber las pérdidas, del vehículo de administración de activos que compra los bonos. Li, de S&P, afirma que esto expone a los compradores de la tanda sénior a un mayor riesgo en caso de incumplimiento.

Los supervisores del vehículo de administración de activos se benefician del acuerdo porque les ayuda a expandir sus productos y aumentar las tarifas, escribió el analista de Everbright Securities Co., Zhang Xu, en una nota de investigación. El mecanismo ha sido “crucial para restablecer la confianza del mercado” para algunos emisores débiles, escribió Zhang, declinando especificar los nombres de las compañías involucradas.

Fuente: Bloomberg


Source: Economia