El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se disparó este jueves un 19,7 % y cerró en 16,50 dólares el barril, en una jornada marcada por las tensiones en Oriente Medio entre Estados Unidos e Irán y los posibles recortes en la producción estadounidense por los problemas logísticos para el almacenaje del crudo y el cierre eventual de algunos pozos.

Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio ganaron 2,72 dólares con respecto a la sesión previa del miércoles.

Los precios del oro negro, que durante la sesión de hoy se llegaron a poner por encima de los 18 dólares, volvieron a rebotar tras un inicio de semana complejo en el que el contrato de mayo, ya expirado, cerró el lunes en negativo, y el barril se ha vuelto a poner algo más cerca de los 20 dólares, cifra «mágica» para los productores del crudo ya que los costos de producción rondan entre los 18 y los 20 dólares.

Los mercados continúan con la vista puesta en la política exterior del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ayer ordenó a la Armada la destrucción de naves iraníes si su flota se sentía amenazada en el Golfo Pérsico, lo que los analistas han interpretado como una jugada geopolítica en una zona clave para el abastecimiento de crudo.

Generalmente, según apuntan los expertos, las tensiones en esta zona suelen derivar en frenazos en la producción del Golfo Pérsico, algo muy deseado en este contexto en el que la capacidad mundial de almacenaje está al límite en un mercado «inundado» por el exceso de oferta y la escasa demanda por los parones económicos y las medidas de confinamiento vigentes en buena parte del mundo por el COVID-19.

«He ordenado a la Armada de EE.UU. que derribe y destruya todos y cada uno de los cañoneros iraníes si llegan a hostigar nuestros barcos en el mar», tuiteó Trump.

Las declaraciones del mandatario se producen después de que el Pentágono denunciara hace una semana que once embarcaciones de la Guardia Revolucionaria iraní se aproximaron a buques de guerra estadounidenses en el Golfo Pérsico con movimientos calificados como «peligrosos».

Los analistas aseguran que a medida que se avanza hacia los límites físicos del almacenamiento, los precios del crudo pueden experimentar ligeros aumentos «por el camino» debido a esas tensiones geopolíticas, tuits como el de Trump y otros factores que crean «cierta esperanza temporal», pero no son subidas que puedan mantenerse en el tiempo.

«Un aumento de precios basado en posibles tensiones en Oriente Medio es artificial y teórico. El mercado se romperá nuevamente, cuando las cosas se calmen, como suele suceder», señaló en una nota el analista de Rystad Energy Bjornar Tonhaugen.

Tonhaugen apuntó además que los únicos impulsos posibles que pueden apoyar de verdad los precios son un repunte de la demanda, el fin del confinamiento, un aumento de la actividad industrial o un recorte «generoso y sin precedentes» adicional que acordó la OPEP con sus socios de 9,7 millones de bpd.

En este sentido, las continuas subidas y bajadas y la extrema volatilidad del mercado preocupa en el largo plazo. «Estamos cerca de la capitulación», dijo Marwan Younes, director de inversiones de Massar Capital Management al Wall Street Journal.

«Nos estamos acercando a un punto en el que los inversores simplemente dejan de intentar comprar esto», agregó refiriéndose a los futuros del crudo estadounidense, cuyos precios se han desplomado más de un 70 % en lo que va de año.

Por otro lado, la recuperación económica en China y la progresiva vuelta a la normalidad en el gigante asiático también ha ayudado al alza en los precios del petróleo.

En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en junio, el mes de referencia, subieron menos de un centavo hasta los 0,64 dólares el galón, y los de gas natural, con vencimiento el mismo mes, bajaron más de 12 centavos hasta los 1,815 dólares por cada mil pies cúbicos.

Fuente: EFE


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